Los coches de combustión tienen los años contados en España
El fin de los coches diésel, gasolina e híbridos está cada vez más cerca.
17/11/2018
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La noticia ha saltado esta semana y no ha dejado a nadie indiferente. España dejará de matricular vehículos que emitan dióxido de carbono (CO2) a partir del 2040. Dicha prohibición afectará a los coches diésel, gasolina e incluso híbridos y gas natural. Según el borrador de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética, solo podrán comercializarse vehículos que utilicen energía 100% limpia.
La medida ha sido anunciada con suficiente tiempo de antelación para que el mundo automovilístico se adapte a ella sin apenas verse afectado. «22 años permiten al sector del automóvil avanzar y adaptarse a este objetivo», precisaron fuentes del Ministerio. Ahora bien, los propietarios de estos vehículos podrán seguir circulando aunque sólo hasta 2050, para entonces el uso de estos vehículos en las ciudades será prácticamente nulo debido a las restricciones que empieza a haber. El Gobierno pretende, además, trabajar con los Ayuntamientos para que en 2050 se prohíba la circulación de los coches que emiten en los municipios, ya que estos son los competentes para ello.
Con el fin de fomentar la movilidad cero emisiones directas, el Gobierno pretende crear una red de «electrolineras». A partir del volumen de vehículos eléctricos a la venta se irá obligando a las gasolineras a poner puntos de recarga eléctrica.
Entre las medidas que también contempla el texto del ministerio está la prohibición de la utilización de la fractura hidráulica, el polémico fracking, para extraer petróleo y gas. Además, a partir de la entrada en vigor de la ley no se otorgarán nuevas autorizaciones para prospección y explotación de hidrocarburos, ni en tierra ni en mar. Los permisos vigentes no podrán seguir operando más allá de 2040. El Gobierno también plantea la prohibición de establecer nuevos subsidios o incentivos a las energías fósiles desde la entrada en vigor de la norma. Y se elaborará un informe sobre el régimen fiscal de estos combustibles para revisar dichos incentivos.
El objetivo general que plantea el Gobierno para la futura ley es que en 2030 las emisiones de España sean de 230 millones de toneladas de CO2 equivalente, la medida que se utiliza para los gases de efecto invernadero, frente a las 339 millones de toneladas actuales. Esto supone un 20% de reducción respecto a los niveles de 1990.
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