El futuro de las carreteras está en el plástico
Unas carreteras que cuiden al medioambiente y nos ayuden a ahorrar tiempo y dinero.
08/07/2017
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Puede ser que os sorprenda, pero todos ya sabíamos que esto no podía continuar así, las carreteras asfaltadas de toda la vida se hacen a partir de petróleo y eso sabemos que es un recurso se nos está acabando… Así que es posible que las carreteras asfaltadas hayan llegado a su final.
La empresa Holandesa WolkerWessels está trabajando en la primera carretera de plástico. ¡Si habéis oído bien de plástico!
El plástico es un problema a nivel mundial y a nos afecta a todos. Según la ONU, actualmente se vierten más de 8 millones de toneladas de plástico y a su vez, alrededor del 90% de la basura del planeta está compuesta por este material.
WolkerWessels ha decidido reaprovechar gran parte de esta basura para hacer carreteras, menos toxicas que las actuales, y a finales de este año van a empezar a construir su primera carretera en la población de Rotterdam.
Esta empresa ha emprendido este proyecto buscando reducir al mínimo los residuos y para servir de ejemplo para que otras empresas a nivel global hagan lo mismo y así ayudar a nuestro planeta a vivir más.
La carretera estará hecha por varias piezas de plástico que encajaran unas con otras mediante presión (parecido a cuando jugábamos con los legos o a los puzles), permitiendo así que la construcción sea más rápida a lo que se tarda ahora para hacer una carretera. Además, con este sistema de creación de carreteras podremos ahorrar alrededor de un 85% en emisiones.
Cada una de esas piezas está hueca por dentro para permitir pasar tubos y cables, así como para poder drenar el agua en zonas lluviosas.
Las ventajas de este tipo de carreteras no son solo medioambientales, que estas son muy importantes, sino que también tiene beneficios en el desarrollo de las vías y en su mantenimiento. Además, ahorramos tiempo ya que la velocidad para hacerlas es mucho más rápido que ahora mismo, y económicamente también permiten ahorrar.
La calzada tendrá un mayor aguante, estiman que tendrá una vida tres veces más longeva que las carreteras tradicionales, y que podrá soportar temperaturas extremas (de - 40º hasta 80º).
Miradlo desde este punto de vista, podríamos tener unas carreteras que nos cuesten menos dinero, menos tiempo, ayuden al medioambiente y además, el mantenimiento no se necesitará tantas veces.
¿Qué os parece la idea?
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